Dos años hemos tenido que suspender nuestra comida anual de Amigos Siempre 63 debido al maldito virus que nos ha traído a maltraer durante ya casi tres años.
Ya había ganas de volver a vernos, de juntarnos de nuevo para vernos, para charlar, y, sobre todo, para saber que seguimos ahí, y que, mientras los achaques propios de la edad nos lo permitan, seguiremos con esta tradición de reunirnos el 28 de diciembre.
Por esto, y porque parece que la situación sanitaria está algo mejor, el pasado 28 de diciembre nos reunimos alrededor de una gran mesa y mantel para dar cuenta de una buena comida y disfrutar de la compañía de un grupo de buenos amigos.
Aunque el número de asistente no fue tan grande como en otras ocasiones (estuvimos 23 personas), pero, sin embargo, disfrutamos como siempre por las ganas que había de volver a vernos.
Y, como novedad, nos acompañaron Alfredo y Gaudioso, con sus esposas, dos compañeros de varios cursos mayores que nosotros, que estuvieron en el Seminario de Linares y que vivieron las mismas experiencias que nosotros, aunque con matices distintos debidos a los años de diferencia y los cambios que hubo entonces en el Seminario.
Alfredo nos ha mandado dos cartas del verano de 1958 que les mandaban desde Linares a los seminaristas que estaban de vacaciones en sus casas en las que les cuentan diversos asuntos relacionados con libros, obras en el edificio, etc. Y otra carta de 1959 que les manda un seminarista de primer curso a sus padres contándoles cómo era un día en el Seminario.
Puedes leer estas cartas en la página del blog en OTRAS COSAS, al final.
Tambíén puedes ver fotos de este día en FOTOS DE HOY.
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